martes, 27 de octubre de 2015

Cuando las FF.AA. pidieron perdón a los peruanos


Saben que este gobierno no es golpista, pero deben asustar a los incautos porque estamos en época electoral. Saben que los últimos golpistas que manejaron a su antojo a las fuerzas armadas fueron Fujimori y Montesinos, pero no lo dicen porque estamos en época electoral. Saben que los militares de ahora no firman actas de sujeción como lo hicieron durante la dictadura fujimorista, pero no lo dicen porque estamos en época electoral. En su momento, las fuerzas armadas pidieron perdón a los peruanos por someterse al fujimorismo. Ahora les toca a los peruanos pedir perdón al Perú por apoyar durante diez años al dictador más corrupto de la historia.

LAS FF.AA. PIDEN PERDÓN A LOS PERUANOS

Pronunciamiento de la Fuerzas Armadas luego del destape del Acta de Sujeción

"Los señores comandantes generales de los institutos de las Fuerzas Armadas y el director general de la Policía Nacional del Perú, ante la exhibición de vídeos que muestran a oficiales de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional suscribiendo un Acta de Acuerdos del CC.FF.AA., expresan lo siguiente:

1.- El 13 de marzo de 1999 se suscribió, un acta en la que se acordaba, entre otras cosas respaldar el golpe del 5 de abril de 1992, y la conducta del gobierno de facto de Alberto Fujimori Fujimori y de quienes comandaban las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, así como las leyes de amnistía que liberan a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional que participaron en la lucha antiterrorista asumiendo, en ambos casos, el compromiso de defender y proteger, individual e institucionalmente a cualesquiera de sus miembros por responsabilidades derivadas de dichos actos, en cualquier tiempo, confiriéndole el carácter de un compromiso de honor personal e institucional.

2.- El acta, en cuestión, que refleja la situación de grave menoscabo institucional que afectó las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, se explica a luz de los siguientes hechos: a) La violencia terrorista que enfrentó a los peruanos, durante 20 años, fue el pretexto que usó el gobierno de facto, a partir del 5 de abril de 1992, para sobredimensionar el SIN y para someter a control absoluto de éste no sólo a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional sino a los órganos del poder constitucional. Para este objeto, Alberto Fujimori Fujimori permitió y avaló la injerencia indebida y creciente de Vladimiro Montesinos Torres, quien sometió, paulatinamente, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional al control del SIN con el consentimiento de los ministros de Defensa y del Interior y de los comandantes generales de los diferentes institutos. Dicho proceso se facilitó durante los siete años continuados en que el general del Ejército Nicolás Hermoza Ríos ejerció las funciones de comandante general del Ejército y de presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, situación que prosiguió posteriormente. Fue durante esta etapa que se produjo un grave proceso de cooptación, sujeción y corrupción que alcanzó no sólo las Fuerzas Armadas sino todos los poderes constitucionales e incluso a empresarios y otros sectores de la sociedad civil. b) Como consecuencia del proceso de deterioro institucional antes descrito, en el mes de marzo de 1999, los señores oficiales generales, almirantes, coroneles y capitanes de navío de las Fuerzas Armadas del Perú y la Policía Nacional asistieron a la Base Aérea de Las Palmas, en cumplimiento de órdenes emitidas por quienes en ese momento desempeñaban los cargos de comandantes generales de sus respectivos institutos y el de director general de la Policía Nacional. Participaron de la mesa directiva los ministros de Defensa y del Interior, el presidente del CC.FF.AA., los comandantes generales ya señalados, el jefe del SIN y el asesor del SIN Vladimiro Montesinos. c) Las mencionadas reuniones se llevaron a efecto dentro de las características siguientes: - La orden de convocatoria no indicaba el motivo de la misma, pero señalaba la obligatoriedad de la asistencia. - Los documentos que se suscribieron fueron redactados con antelación sin haber sido sometidos a debate en dichas reuniones procediéndose simplemente a su lectura. - La suscripción de los documentos fue dispuesta por la Mesa Directiva en forma intimidatoria y coercitiva tal como se aprecia en la visualización de los vídeos sin permitirse ningún tipo de ponencia u observación invocándose además para tal efecto la disciplina, lealtad y cohesión institucional.

3.- Por razón de las circunstancias en que se suscribieron los documentos en cuestión y sin ánimo alguno de exculpación, los actuales comandantes generales consideran que son írritos, que no representan ningún compromiso de honor que vincule a los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional individual o institucionalmente y que por ende no pueden ni deben ser respetados por ellos mismos ni por las instituciones que representan, ya que no expresan la libre y auténtica voluntad de los firmantes y además violan principios y normas del Estado de derecho.

4.- Los comandantes generales de la Fuerza Aérea, Ejército del Perú, Marina de Guerra, y el director general de la Policía Nacional se encuentran firmemente comprometidos en la ejecución de acciones que conllevan al sinceramiento de la situación que afecta a nuestras instituciones y, en especial, al proceso de moralización impulsado por el gobierno constitucional de transición. En tal sentido, se ha procedido a investigar y denunciar los hechos que implican comisión de delitos, en las instancias judiciales correspondientes, además de colaborar con todas las investigaciones dispuestas por el Congreso de la República, el Poder Judicial y el Ministerio Público.

5.- La demostración indiscutible de ese espíritu es la conducta de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en el reciente proceso de elecciones generales del 8 de abril último. En ellas han mantenido un comportamiento que la opinión pública y todos los organismos de observación internacional han considerado ejemplar, evidenciando así los esfuerzos realizados por la recuperación institucional, en armonía con los nobles ejemplos de Bolognesi, Grau, Quiñones y Mariano Santos, inspiradores de su vida institucional.

6.- Consecuentes con los hechos señalados, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, en solemne e inequívoco gesto de rectificación, y sin perjuicio de cualesquiera responsabilidades declaran: a. Su rechazo y condena a la ruptura del orden constitucional del 5 de abril de 1992, así como la de todo acto o compromiso que podría menoscabar las bases éticas y jurídicas del Estado de derecho y su repudio a prácticas inmorales en la administración de los recursos del Estado o en el manejo de la política del gobierno. Lamentan que algunos de sus miembros incurrieran en infracciones personales que no pueden ni deben afectar la gloriosa tradición de sus instituciones que comparten y compartirán los ideales democráticos que dieron nacimiento a la República. b. Su firme determinación de seguir actuando con estricta sujeción a la Constitución y a las leyes de la República y su absoluta subordinación al jefe supremo de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú. c. Su compromiso de cumplir sus funciones dentro del marco de respeto de los derechos humanos, el fortalecimiento de los valores morales y, en consecuencia, de combatir firme y permanentemente cualquier indicio de corrupción o inconducta en la vida institucional que comprometa tales valores y principios. Por ello, respaldan las iniciativas destinadas a la formación e instalación de una comisión de la verdad que permita la unión y reconciliación nacionales, fundada en la justicia y una equitativa y objetiva apreciación de los hechos y circunstancias en que se llevó a cabo el esfuerzo por la pacificación nacional. d. Finalmente, su propósito de reivindicar valores y tradiciones de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional y de perfeccionar sus instituciones para contribuir más eficazmente a la defensa y al desarrollo nacional y al fortalecimiento del estado constitucional y de la democracia en el Perú.

7.- Los comandantes generales de la Fuerza Aérea, Marina de Guerra, Ejército y el director general de la Policía Nacional del Perú, recogiendo el sentir de sus instituciones, ofrecen satisfacciones a la ciudadanía en general, por todos los hechos que, en el pasado reciente, hubieran comprometido a sus instituciones en actos ajenos al estricto cumplimiento de su misión constitucional. Esperan, asimismo, que la ciudadanía reconozca en este acto de franca e histórica rectificación un gesto indispensable para cerrar una etapa negativa en nuestra historia y abrir así el camino a una era de genuina paz, fundada en el culto de los valores éticos y democráticos y en la unión de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional con el pueblo para la construcción de una sociedad auténticamente libre y justa.

8.- Finalmente los suscritos, comandantes generales y director general de la Policía Nacional, consideramos pertinente poner nuestros cargos a disposición del jefe supremo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú. Lima, 16 de abril del 2001 Armando Santisteban de la Flor, director general de la Policía Nacional del Perú; Carlos Tafur Ganoza, comandante general del Ejército; Víctor Ramos Ormeño, comandante general de la Marina y Pablo Carbone Merino, presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y comandante general de la Fuerza Aérea".


(Reproducido en Resumen Semanal, No. 1118, Lima, 18-25 Abril 2001.)


domingo, 25 de octubre de 2015

Los hijos del electrocutador


Kenji Fujimori dice que su madre no fue torturada sino que le aplicaron un proceso de rehabilitación oriental llamado "moxibustión". Kenji, pues, desmiente las denuncias de su madre ante varios medios y su declaración ante el Congreso. Por esa razón transcribo lo que dijo Susana Higuchi en sesiones reservadas de la Comisión presidida por el congresista Mauricio Mulder e integrada por los congresistas Pedro Morales, Carlos Almerí, Dora Nuñez y Daniel Robles:

CUESTIONES DE HECHO

1.- La congresista Susana Higuchi Miyagawa, en sesiones reservadas, declaró en resumen lo siguiente:

“Yo he venido a servir a la Patria, no he venido acá a servirme o a robar a nadie, y entonces le decía a él –refiriéndose a AlbertoFujimori- lo negativo de palacio, y la orden era desaparecerme fuere lo que fuere”.

“Efectivamente él, el mismo Fujimori de manera personal, echó Pharation en los aparatos de aire acondicionado de la alcoba presidencial”, señalando que, como consecuencia de haber llegado a inhalar parte del indicado veneno, sintió “nauseas y no podía respirar”.

“En una oportunidad anterior me trato de agredir con un machete, antes de entrar al desayuno, y en una actitud así y con una cara endiablada, y tuve que gritar los nombres de mis amigas quienes vinieron corriendo”.

“Ya narré la vez pasada lo de las comidas envenenadas, una me produjo una úlcera. También me daba medicamentos y los hice examinar y eran adulterados”.

“Me tumbaban y me comenzaban a golpear en los brazos, en las piernas, y no sé qué me pondrían en la nariz y en la boca –éter o formol, menciona más adelante- y ya me llevaban medio atontada”, a que le aplicaran electroshock.

“Con violencia me llevaron a un sótano –en el Cuartel General del Ejército- donde no se podía percibir un ápice de luz… una tortura hasta que caí desmayada, cuando me desperté no sabía dónde estaba”.

“Sufrí torturas con electroshock... fue luego de la denuncia de la ropa donada, luego del autogolpe, y dentro de los cuatro meses que me mantuvieron encerrada en el Pentagonito, en el Servicio de Inteligencia del Ejército”, precisando que la duración de estos atropellos tenía una duración de dos a tres horas, “mientras que me amarraban, hasta que me torturaban y luego me ponían el electroshock”.

“El presidente de aquel entonces y mis cuatro hijos se fueron al SIN, al Servicio de Inteligencia Nacional en Chorrillos y me dejaron sola –en la residencia de Palacio de Gobierno, donde fue confinada- sin agua, sin luz, sin teléfono y sin ingresar mi cotidiana compra de alimentos para yo poder cocinar”, agregando que cuando escapó su amiga René de Odría la encontró con 38 kilos de peso.

“Pero cuando Vladimiro Montesinos me dice que él ha estado metido en todo, que él admite que ha estado metido en muchas cosas negativas, pero que no en narcotráfico ni en crímenes de lesa humanidad, yo dije: Ah no, éste está mintiendo. Él aceptó cumplir órdenes del expresidente Fujimori”.

2.- El doctor Luis Abelardo Renteros Pineda, abogado de la entonces Primera Dama de la Nación, ha corroborado sus declaraciones, atestiguando ante la comisión que:

“Eso demuestra una serie de hechos que poco a poco se va vislumbrando –en el sentido- que lo que decía Susana en ese entonces era cierto: persecución, acoso psico-social y todo lo demás, e intento de asesinato”.

Al respecto, debe señalarse que no se ha podido concluir la investigación de este caso, en razón de no haberse podido identificar a todas las personas que podían estar implicadas en la comisión de los delitos, tarea que merece ser abordada y que debería encausarse hacia alguna de las alternativas que en su momento sea aprobada por el Pleno del Congreso, para dar tratamiento y curso a los temas pendientes.

En tanto ello se decida, y siendo este informe uno de carácter final que no puede suponer una contingencia aún no ocurrida, estimamos que lo actuado debe remitirse al Ministerio Público, para los fines de investigación y acusación correspondientes.

CONCLUSIÓN

Existen indicios razonables que Alberto Fujimori Fujimori habría incurrido reiteradamente en tentativas de uxoricidio en agravio de Susana Higuchi Miyagawa, en ese entonces su cónyuge, así como que tuvo conocimiento, dispuso y/o consintió que fuese secuestrada, acosada, perseguida y torturada.


Páginas 36, 37 y 38 del informe final de la Comisión Investigadora de la gestión presidencial de Alberto Fujimori (15 de junio del año 2002)